Dear Parishioners,
We celebrate this Sunday as Divine Mercy Sunday. We are invited to focus on the mercy of God - Divine Mercy - the mercy Jesus is, the mercy Jesus comes to reveal and to give. Jesus is the revelation of God’s mercy. “His mercy endures forever!” The message of God’s mercy is so needed at this time. That is why Jesus’ apparitions to St. Faustina are so timely. Pope John Paul II reminds us these words. “The message of merciful love needs to resound forcefully anew. The world needs this love. The hour has come to bring Christ’s message to everyone: to rulers and the oppressed, to those whose humanity and dignity seem lost in the mysterium iniquitatis (the mystery of iniquity) The hour has come when the message of Divine Mercy is able to fill hearts with hope and to become the spark of a new civilization of love.” How does God reveal His mercy? He does so, first and foremost, by sending His only-begotten Son, to become our Savior and Lord.
Today, we complete the Octave of Easter wherein all week-long we have celebrated the Easter or Paschal Mystery: the Dying and Rising of Jesus. God’s mercy has been revealed and is visible in Jesus Christ. We affirm this truth when we say that Jesus is the Sacrament of God. In other words, Jesus makes the Invisible God visible and present among us. Recall what He said to the apostle Philip when Philip asked Jesus to show them the Father. “Philip …who ever has seen me has seen the Father,” Therefore, in Christ Jesus, the mercy of God is present among us and visible before us. His mercy endures forever! Today’s Scriptures help us to understand this amazing truth more clearly and concretely! Divine Mercy lies behind those encouraging words of Jesus, spoken in today’s Gospel: “Peace be with you,” Jesus said to his disciples in the upper room, on that first Easter evening. Yes, the risen Lord brought peace to the apostles by his presence on that day, just as He brings peace to us each day of our lives. The peace brought by Jesus is the fullness of the Easter gift. With Jesus as our daily companion, we journey with that peace which the world cannot give.
Divine Mercy is given to us in each celebration of the sacraments. Today as we recall Jesus’ appearance to the disciples on that first Easter evening, we are very much reminded of the Sacrament of Reconciliation, the Sacrament of Divine Mercy. In our gospel reading, we find a merciful Lord giving the power of forgive men’s sins to his apostles. “Whose sins you forgive are forgiven them, and whose sins you retain are retained” (Jn 20-23). Do we treasure this Sacrament of Divine Mercy and celebrate it on a regular basis? As often as we do, we are in touch with Jesus, whose divine mercy forgives us, heals us and restores us, so that in turn we may be messengers of His mercy to others. His mercy endures forever! This truth must ring in our hearts and be visible in our lives – everyday! Yes, my sisters and brothers, “this is the day the Lord has made, let us rejoice and be glad!” Let us give thanks to the Lord, for he is good; His mercy endures forever!
Fr. Joseph M. Paradayil, SDB, Pastor
Queridos feligreses,
Este domingo lo celebramos como Domingo de la Divina Misericordia. Estamos invitados a enfocarnos en la misericordia de Dios – Divina Misericordia - lo misericordioso que es Jesús, la misericordia que Jesús viene a revelar y a dar. Jesús es la revelación de la misericordia de Dios. "Su misericordia es para siempre!" El mensaje de la misericordia de Dios es tan necesario en este momento. Es por eso que son tan oportunas las apariciones de Jesús a Santa Faustina. El Papa Juan Pablo II nos recuerda estas palabras. "El mensaje del amor misericordioso necesita resonar de nuevo con fuerza. El mundo necesita este amor. Ha llegado la hora de llevar el mensaje de Cristo a todos: a los gobernantes y los oprimidos, a aquellos cuya humanidad y dignidad parece perdida en el mysterium iniquitatis (el misterio de iniquidad) ha llegado la hora en la que el mensaje de la divina misericordia es capaz de llenar los corazones de esperanza y convertirse en la chispa de una nueva civilización de amor." ¿Cómo revela Dios su misericordia? Lo hace, principalmente, enviando a su hijo unigénito, para convertirse en nuestro Salvador y Señor.
Hoy completamos la octava de Pascua en donde toda la semana-hemos celebrado el Misterio Pascual: la Muerte y Resurrección de Jesús. La misericordia de Dios se ha revelado y es visible en Cristo Jesús. Afirmamos esta verdad cuando decimos que Jesús es el Sacramento de Dios. En otras palabras, Jesús hace al Dios Invisible, visible y presente entre nosotros. Recordemos lo que el apóstol Felipe dijo cuando Felipe pidió a Jesús que les mostrara al padre. "Felipe… quien me ha visto ha visto al padre," por lo tanto, en Cristo Jesús, la misericordia de Dios está presente y visible entre nosotros. Su misericordia es para siempre! Las lecturas de hoy nos ayudan a comprender esta increíble verdad más clara y concretamente. La divina misericordia se encuentra detrás de éstas alentadoras palabras de Jesús en el Evangelio de hoy: "La paz esté con ustedes," Jesús dijo a sus discípulos en el aposento alto, en esa primera noche de Pascua. Sí, el Señor resucitado trajo paz a los apóstoles por su presencia ese día, al igual nos trae paz cada día de nuestras vidas. La paz traída por Jesús es la plenitud del regalo de Pascua. Con Jesús como nuestro compañero diario, caminamos con esa paz que el mundo no puede dar.
La Divina Misericordia se nos da en cada celebración de los sacramentos. Hoy en día como recordamos la aparición de Jesús a los discípulos en esa primera noche de Pascua, se nos recuerda mucho del Sacramento de la Reconciliación, el Sacramento de la divina misericordia. En el evangelio de hoy encontramos un Dios misericordioso que da el poder de perdonar los pecados de los hombres a sus apóstoles. "A quienes les perdonen los pecados, Dios se los perdonará; y a quienes se los retengan, Dios se los retendrá." (Jn 20-23). ¿Atesoramos este Sacramento de la divina misericordia y la celebramos con regularidad? Tan a menudo lo hacemos, estamos en contacto con Jesús, cuya misericordia divina nos perdona nos sana y nos restaura, para que podemos ser mensajeros de su misericordia a los demás. Su misericordia es para siempre! Esta verdad debe resonar en nuestros corazones y estar visible en nuestras vidas – todos los días! Sí, mis hermanas y hermanos, "este es el día que el Señor ha hecho, regocijémonos y alegrémonos!" Demos gracias al señor, él es bueno; ¡Su misericordia perdura por siempre!
P. Joseph M. Paradayil, SDB, Párroco
Our Lady Help of Christians Catholic Church 2401 East Lake Avenue, Watsonville, CA 95076 Parish office Phone: 831-722-2665 / Fax: 831-722-8305 Email: olhcchurch@yahoo.com / web: www.olhcchurch.org Office Hours 9:30am-12:30pm 1:30pm-4:30pm Only by appointment Fr. Joseph---English Fr. Luis ---Español |